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sábado, 6 de febrero de 2021

Asamblea en la Carpintería

Hay cosas que no se pueden tolerar, haremos una reunión para cambiar nuestra forma de trabajo, nuestras normas de calidad y ver todo aquello que deben mejorar, dijo el martillo, que se encontraba ya cansado con las actitudes de sus compañeros.

Es así que se ha convocado para hoy, una reunión en la carpintería. 

¿Qué extraño, no? 

¿Te imaginas cómo será esta reunión de herramientas?

¿Lograrán arreglar sus diferencias?

¿Podrán ponerse de acuerdo?

Pues bien, esta extraña reunión comenzará en breve ... silencio, para que podamos oír ...










Con aires de superioridad, toma la palabra el martillo:

- Señores, se ha ido el carpintero, así que necesitamos ser rápidos antes de que vuelva, y como soy el líder del grupo, ejerceré la presidencia de la reunión.

- No, eso no. Buuuuuu (comenzaron a abuchearlo todos)

- Tú eres muy ruidoso, haces mucha bulla, además todo lo quieres solucionar con golpes, tú no puedes liderar la reunión. Fue lo que le dijo el tornillo.

- ¿Qué dices?, si es así, pues entonces tú tampoco puedes dirigir la reunión, no estás en capacidad ya que no nos servirías, no terminaríamos nunca dado que tú le das muchas vueltas a todo. Contestó el martillo.

- Tiene razón, dijo la lija, pero el tornillo le replicó.

- Tal vez estés de acuerdo con él, pero desde ya te digo que tú tampoco tienes derecho, lija, tú eres muy áspera en tu trato y siempre tienes fricciones con los demás, tampoco puedes pretender presidir la reunión.

- Al ver que el metro sonreía, avergonzada pero indignada, la lija respondió.

- ¿Por qué sonríes, metro?, tú tampoco podrías dirigir la reunión, a ninguno nos gusta tu comportamiento, te la pasas midiendo a todos según tu propia medida, te crees el único perfecto.

- El metro estaba a punto de contestar, pero se contuvo porque se comenzaron a escuchar otros ruidos afuera ... ¿Y ahora? ¿Se terminó la reunión? ... Pero si todavía ni se han podido poner de acuerdo en quién presidiría la asamblea.

Los ruidos que se escucharon era porque el carpintero estaba cerca, entró al taller, se puso su delantal,  comenzó a tararear una canción ... lara lara la la la la ... y empezó su trabajo: tomó una tosca madera y comenzó a medir, a serruchar, a martillar, a lijar y a unir piezas, finalmente la tosca madera inicial quedó convertida en una linda mesa.

Terminada su tarea, el carpintero acomodó sus herramientas, aseguró la ventana, echó llave a la puerta y salió del taller.

- Estimados compañeros, quiero que retomemos la reunión, dijo el serrucho. 

- Pero no se preocupen, no pretendo mandar ni evidenciar defectos, yo solo quiero que se den cuenta de una cosa: El carpintero ha entrado y nos ha utilizado a todos, a él no le ha importado nuestras debilidades sino que ha trabajado con nuestras virtudes, son nuestras cualidades las que nos hacen a cada uno valiosos y útiles, esta bella mesa que de seguro servirá  a una familia en su hogar ha sido construida por todos nosotros en equipo. No sería mejor que nos mantuviéramos así, que en lugar de buscar nuestros puntos malos nos concentremos en resaltar nuestros puntos buenos.

Hubo un pequeño silenció, sabían que el serrucho tenía razón, todos en la asamblea tenían ánimos y esta vez querían hacer lo correcto, y es así como comenzaron a reconocer que el martillo era sólido y fuerte, que el tornillo servía para unir, que la lija era especial para afinar asperezas, que el metro era exacto y preciso. Se sintieron todos un gran equipo, orgullosos de sus fortalezas y capaces de producir cosas de calidad trabajando juntos.

Miraron la mesa, sonrieron felices y dieron por concluida la reunión.

- Me alegra mucho haber presenciado esta reunión, aunque ya había observado algo parecido en los seres humanos, cuando pueda participar de una trataré de replicar lo que he aprendido de las herramientas hoy.

Nosotros los seres humanos, también a menudo buscamos defectos en los demás, actuar así solo vuelve la situación más tensa y negativa, en cambio, al tratar de percibir con sinceridad los puntos fuertes de los demás, podemos hacer que florezcan los mejores logros. 

Todos podemos encontrar defectos, pero solo las grandes personas pueden reconocer virtudes, pueden aconsejar con amor para la mejora de sus compañeros,  pueden escuchar y reconocer sus propios errores, pueden estar dispuestos a la superación y a trabajar con su equipo.

Yo quiero ser de esas herramientas, yo quiero ser de esas personas.

- ¿Y tú?

                                                                                                                                      Adaptación: Esther G.


lunes, 7 de diciembre de 2020

El arte de hacerse el "burro"

Autor desconocido.
Adaptado.

 
Mi mamá me decía con frecuencia que yo iba a salir adelante no por inteligente, sino por burro.
 
Esta afirmación que entonces me ofendía, con el tiempo me ha llegado a parecer una de las más sabias y útiles, pues me doy cuenta de lo importante y beneficioso que es mejor estar en el lado de los “burros”.

Por ejemplo:
- Si un pariente cercano o alguien, cualquiera en particular, dice algo con el ánimo de ofenderme, me hago el “burro”, el  que no entiende y así no le doy el gusto de amargarme la vida, porque la burla u ofensa se queda con él.
 
- Si quiero aprender algo que me cuesta trabajo, me hago el “burro”, no sucumbo a la impaciencia de los demás y sigo, sigo, sigo intentando hasta lograrlo.
 
- Si mi compañero de trabajo o mi superior permanecen irritados, molestos la mayor parte del tiempo, no pienso que es conmigo o por mí, sino que me hago el “burro” y me digo: "Debe ser que les duele algo o tal vez tienen algún malestar” y de esa manera me hago inmune a ser contagiados por su mal humor.
 
- Cuando dicen "no" a mi objetivo, me hago el “burro” y entiendo que en realidad es "todavía no", así me permito seguir buscando nuevas formas de conseguir mi propósito.
 
- Si algo que intento cien veces no me resulta como quiero, no me tildo de “burro” por no haberlo logrado, sino que pienso en lo “burro” que sería si desistiera después de tanto esfuerzo.
 
- Cuando estoy hablando por teléfono con alguien de quien necesito un servicio o información y la persona sube el tono de voz más de lo necesario y vocaliza cada palabra exageradamente, tal como si dijera: "No sea burro, ¿acaso no entiende lo que le estoy diciendo?", pues yo decido entonces respirar profundamente, contestarle pausadamente y con calidez, decirle: Gracias por su paciencia con mi falta de entendimiento.
 
- Cuando se me presenta una situación difícil, complicada, adversa y tengo que tomar decisiones, pienso un ratito como "burro" y no la pienso tanto buscando la solución más inteligente. Puede ser que la solución más "burra" sea la más sencilla, la más obvia, la más práctica o beneficiosa.

Y así, en nuestra vida diaria, podemos encontrar muchos, muchos ejemplos de cómo invertir las situaciones, esto funciona como arte de magia la mayoría de las veces para cambiar las mareas a nuestro favor.
 
Confieso que me gustaría mucho poner en práctica estos consejos, porque en realidad no hay nada que me parezca más “burro” que tratar de parecer correcto e inteligente todo el tiempo y con todos.
 
Así que ya sabes querido amigo(a), ser “burro” ante ciertas circunstancias de la vida, te puede traer la solución más inteligente para tu bienestar. 

martes, 19 de junio de 2018

Cuento: Me gusta mucho estar con los abuelos

Los que hemos tenido el privilegio de vivir con nuestros abuelos, sabemos lo que ellos significan en nuestra vida, porque no son solo los papás de nuestros papás a los que vamos a visitar, al vivir con ellos se convierten en nuestros cómplices, en nuestros primeros compañeros de vida, y nosotros, tal vez, en los últimos de ellos. 


Con mucho cariño, hoy paso a limpio este pequeño cuento que adapté pensando y extrañando a mis abuelitos. Espero les guste. Un  beso, un abrazo hasta el cielo. Dios bendiga a los que ya tienen el privilegio de ser abuelos. A los padres, que pueden ver disfrutar el que se junten dos generaciones distintas. A los nietos, que recibimos a través de esas historias, tantas lecciones de vida. Dios bendiga a las familias.


Adaptación: By: Egalán

Cuento: 

ME GUSTA MUCHO ESTAR CON LOS ABUELOS

Él es mi abuelo.

Mi abuelo es viejo, viejito, viejecito. (No más no le vayan a decir)


Cuando le pregunto: abuelo, ¿cuántos años tienes? 
Se aviva su vista, se pronuncian sus arrugas, frunce sus cejas, se pone serio y me dice: ¡Tengo "cochocientos" años!

Yo no sé cuántos años sean "cochocientos". 
Yo solo sé contar hasta diez. 
Deben ser muchos años. 
Pero con sus "cochocientos" años y todo, yo quiero mucho a mi abuelo.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

EL PUENTE DEL ARCOIRIS: LAS MASCOTAS TAMBIÉN VAN AL CIELO

No estamos solos en este mundo, no es sólo de nosotros, lo compartimos con muchas criaturas, criaturas de Dios, que al igual que nosotros merece vivir feliz. Dicen que "La grandeza de una nación y su progreso moral puede ser juzgado por la forma en que sus animales son tratados, así como podemos  juzgar el corazón de una persona por la forma en que trata a los animales", esta historia es para nuestros amigos que respetan y aman a estos grandes amigos.

EL PUENTE DEL ARCO IRIS

Hay un puente que queda entre el Paraíso y la Tierra, y se llama Puente del Arco Iris. Cuando un animal que ha sido especialmente amado por alguien aquí en la Tierra muere, entonces va al Puente del Arco Iris.

Allí hay valles y colinas para todos nuestros amigos especiales, para que ellos puedan correr y jugar juntos. Hay mucha comida, agua y sol, y nuestros amigos se encuentran cómodos y al abrigo.

Todos los animales que han estado enfermos o que eran ancianos, recuperan su salud y vigor; aquellos que fueron heridos o mutilados recuperan lo perdido y son fuertes nuevamente, tal como los recordamos en nuestros sueños de días y tiempos pasados. Los animales están felices y contentos, excepto por una pequeña cosa: cada uno de ellos extraña a alguien muy especial, alguien a quien tuvo que dejar atrás.

jueves, 29 de diciembre de 2016

Historia: Las Hijas son Especiales

Las Hijas son Especiales

El primer día de casados marido y mujer pactaron no abrir la puerta a ninguna visita.

El mismo día los padres del marido aparecieron para visitarlos.

Golpearon la puerta, el marido y su mujer se miraron, el marido quiso abrir la puerta pero no lo hizo por causa del pacto, entonces sus padres se fueron.

Un poco después, más tarde, los padres de la mujer llamaron a la puerta. Nuevamente marido y mujer volvieron a mirarse. Sin embargo, la mujer entre lágrimas afirmó "yo no puedo hacerle esto a mis padres" y abrió la puerta.

El marido la miró pero no dijo nada.

Pasaron los años y la pareja era feliz, tuvieron dos hijos varones y al cabo de un tiempo llegó su tercer hijo, en esta ocasión Dios les regaló una niña.

A la llegada de la hija, el padre se encontraba muy entusiasmado e hizo una gran fiesta para conmemorar el nacimiento de la pequeña, invitando a toda la gente de ambas familias.

Desconcertada, la esposa quiso saber el motivo de celebrar con una gran fiesta el nacimiento de la hija, mientras que con los varones no había sido así.

El marido  entonces simplemente le respondió:

"Por fin llegó la única persona que algún día me abrirá la puerta"
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El padre le pregunta a su hija:
Hija ¿El amor que sientes hacia mí es más grande que el que sientes por tu marido?

Ella respondió:

Papá, realmente no lo sé,  pero cuando te miro y te siento cerca me siento tan protegida que me olvido de mi marido. Y cuando miro a mi marido, al sentir su cariño y verlo cuidar de nuestros hijos, solo me acuerdo de ti.

Las hijas son tan especiales, porque a pesar de que crezcan, su corazón nunca olvidará su origen y responderá a él con eterna gratitud.


Hijas, siéntanse bendecidas por ser los seres especiales que Dios escogió para dar cumplimiento eficaz a su cuarto mandamiento. Padres, confíen en el eterno amor que le tendrán sus hijas, porque cuando parezca que todos se están yendo, una hija siempre estará presente.

Espero les haya gustado estas historias y hayan disfrutado de su lectura, tanto como yo.

No se olviden de compartir con las personas de las que se acordaron, con sus seres especiales o quienes crean les puede gustar o llegar en un oportuno momento.  

Sean felices y tengan sentimientos positivos.

jueves, 8 de septiembre de 2016

El tiempo y la espera: Historia y Reflexión: LA ELEFANTE Y LA PERRA

Dicen que todo llega a tiempo, demora lo que tenga que demorar, dura lo que tenga que durar, que no es necesario apresurar o adelantar las cosas, si es su momento ocurrirá, si no es su momento por más que lo fuerces no pasará, eso no implica que no debamos luchar por alcanzar nuestros objetivos con ahínco y pasión. Recuerda además “A Dios rogando y con el mazo dando”.

Si te encuentras en este momento atormentado(a), desconcertado (a) o quizás molesto (a) por algo que está sucediendo sin que lo hayas planeado, o tal vez no sucede en el tiempo que desearas, espero esta historia te pueda ayudar, mira la vida con optimismo, y avanza, avanza, siempre hacia adelante, como el elefante.

Vamos a la lectura:


Una elefante y una perra se embarazaron al mismo tiempo.
Tres meses después la perra parió y dio seis lindos cachorritos.
Seis meses más tarde, la perra estaba embarazada nuevamente y en esta ocasión tuvo una docena de cachorritos, y así el patrón continuaba.

En el mes dieciocho la perra se acerca a la elefante para hablarle, pues había algo que ella no entendía, así, algo pretenciosa y altanera se acercó a hacerle la siguiente pregunta:

¿Estás segura que estás embarazada?

Quedamos embarazadas en la misma fecha, yo he dado a luz 3 veces a varios cachorros, míralos,  ellos ya son perros adultos, y tú, aún sigues embarazada.
¿Qué es lo que pasa?

La elefante, muy calmada, le contestó sabiamente de la siguiente manera:

Hay cosas que debes entender:
Yo sólo doy a luz a uno en dos años.
Cuando mi bebé toque tierra, la tierra lo va sentir.
Cuando mi bebé cruce una calle, los humanos se detendrán a ver con admiración.
Lo que yo cargo no es un cachorro, es un elefante.
Lo que yo cargo llama la atención. Así que lo que traeré será y grande y poderoso.


La perra entendió y miró con aprecio la paciencia de la elefanta y lejos de envidiarla, comprendió que los tiempos de Dios, son los tiempos de Dios. No perdamos la fe cuando veamos que otros reciben regalos o gratificaciones que tal vez nosotros no, no sintamos envidia ni amarguemos nuestro corazón. Si no has recibido tus propias bendiciones, recuerda esta lectura y no desesperes, que lo es que es para ti, está por venir y será grande y poderoso.