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lunes, 7 de diciembre de 2020

El arte de hacerse el "burro"

Autor desconocido.
Adaptado.

 
Mi mamá me decía con frecuencia que yo iba a salir adelante no por inteligente, sino por burro.
 
Esta afirmación que entonces me ofendía, con el tiempo me ha llegado a parecer una de las más sabias y útiles, pues me doy cuenta de lo importante y beneficioso que es mejor estar en el lado de los “burros”.

Por ejemplo:
- Si un pariente cercano o alguien, cualquiera en particular, dice algo con el ánimo de ofenderme, me hago el “burro”, el  que no entiende y así no le doy el gusto de amargarme la vida, porque la burla u ofensa se queda con él.
 
- Si quiero aprender algo que me cuesta trabajo, me hago el “burro”, no sucumbo a la impaciencia de los demás y sigo, sigo, sigo intentando hasta lograrlo.
 
- Si mi compañero de trabajo o mi superior permanecen irritados, molestos la mayor parte del tiempo, no pienso que es conmigo o por mí, sino que me hago el “burro” y me digo: "Debe ser que les duele algo o tal vez tienen algún malestar” y de esa manera me hago inmune a ser contagiados por su mal humor.
 
- Cuando dicen "no" a mi objetivo, me hago el “burro” y entiendo que en realidad es "todavía no", así me permito seguir buscando nuevas formas de conseguir mi propósito.
 
- Si algo que intento cien veces no me resulta como quiero, no me tildo de “burro” por no haberlo logrado, sino que pienso en lo “burro” que sería si desistiera después de tanto esfuerzo.
 
- Cuando estoy hablando por teléfono con alguien de quien necesito un servicio o información y la persona sube el tono de voz más de lo necesario y vocaliza cada palabra exageradamente, tal como si dijera: "No sea burro, ¿acaso no entiende lo que le estoy diciendo?", pues yo decido entonces respirar profundamente, contestarle pausadamente y con calidez, decirle: Gracias por su paciencia con mi falta de entendimiento.
 
- Cuando se me presenta una situación difícil, complicada, adversa y tengo que tomar decisiones, pienso un ratito como "burro" y no la pienso tanto buscando la solución más inteligente. Puede ser que la solución más "burra" sea la más sencilla, la más obvia, la más práctica o beneficiosa.

Y así, en nuestra vida diaria, podemos encontrar muchos, muchos ejemplos de cómo invertir las situaciones, esto funciona como arte de magia la mayoría de las veces para cambiar las mareas a nuestro favor.
 
Confieso que me gustaría mucho poner en práctica estos consejos, porque en realidad no hay nada que me parezca más “burro” que tratar de parecer correcto e inteligente todo el tiempo y con todos.
 
Así que ya sabes querido amigo(a), ser “burro” ante ciertas circunstancias de la vida, te puede traer la solución más inteligente para tu bienestar. 

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