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jueves, 8 de septiembre de 2016

El tiempo y la espera: Historia y Reflexión: LA ELEFANTE Y LA PERRA

Dicen que todo llega a tiempo, demora lo que tenga que demorar, dura lo que tenga que durar, que no es necesario apresurar o adelantar las cosas, si es su momento ocurrirá, si no es su momento por más que lo fuerces no pasará, eso no implica que no debamos luchar por alcanzar nuestros objetivos con ahínco y pasión. Recuerda además “A Dios rogando y con el mazo dando”.

Si te encuentras en este momento atormentado(a), desconcertado (a) o quizás molesto (a) por algo que está sucediendo sin que lo hayas planeado, o tal vez no sucede en el tiempo que desearas, espero esta historia te pueda ayudar, mira la vida con optimismo, y avanza, avanza, siempre hacia adelante, como el elefante.

Vamos a la lectura:


Una elefante y una perra se embarazaron al mismo tiempo.
Tres meses después la perra parió y dio seis lindos cachorritos.
Seis meses más tarde, la perra estaba embarazada nuevamente y en esta ocasión tuvo una docena de cachorritos, y así el patrón continuaba.

En el mes dieciocho la perra se acerca a la elefante para hablarle, pues había algo que ella no entendía, así, algo pretenciosa y altanera se acercó a hacerle la siguiente pregunta:

¿Estás segura que estás embarazada?

Quedamos embarazadas en la misma fecha, yo he dado a luz 3 veces a varios cachorros, míralos,  ellos ya son perros adultos, y tú, aún sigues embarazada.
¿Qué es lo que pasa?

La elefante, muy calmada, le contestó sabiamente de la siguiente manera:

Hay cosas que debes entender:
Yo sólo doy a luz a uno en dos años.
Cuando mi bebé toque tierra, la tierra lo va sentir.
Cuando mi bebé cruce una calle, los humanos se detendrán a ver con admiración.
Lo que yo cargo no es un cachorro, es un elefante.
Lo que yo cargo llama la atención. Así que lo que traeré será y grande y poderoso.


La perra entendió y miró con aprecio la paciencia de la elefanta y lejos de envidiarla, comprendió que los tiempos de Dios, son los tiempos de Dios. No perdamos la fe cuando veamos que otros reciben regalos o gratificaciones que tal vez nosotros no, no sintamos envidia ni amarguemos nuestro corazón. Si no has recibido tus propias bendiciones, recuerda esta lectura y no desesperes, que lo es que es para ti, está por venir y será grande y poderoso.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Muy buena la historia y muy buena reflexión la cosas de Dios son las cosas de Dios

El Maestro de Emergencias dijo...

Preciosa reflexión....

El Maestro de Emergencias dijo...

Preciosa reflexión....

Anónimo dijo...

Preciosa reflexión....