¿Qué buscas?

domingo, 7 de febrero de 2021

Yo no entiendo a la gente grande


Yo no entiendo a la gente grande, porque tapan la luz del sol y quitan las flores a las plantas para dejarlas marchitar en un jarrón sin siquiera proveerles agua, porque enjaulan a los pajaritos, porque amarran al perro, porque han llenado el inmenso cielo de antenas y cables, mas luego hacen un donativo dicen que en favor de la naturaleza y de la humanidad. 

Yo no entiendo a la gente grande, porque se creen importantes por el solo hecho de ser grandes, porque me regañan por todo, porque dicen que solo soy un niño y debo jugar, sin embargo me dan juguetes que no quieren que use para que no se vayan a malograr.

Yo no entiendo a la gente grande, porque le han puesto un nombre difícil a todas las cosas sencillas, porque se las pasan discutiendo y viendo defectos entre ellos, porque quieren tener empleos importantes pero no quieren hacer mucho esfuerzo.

Yo no entiendo a la gente grande, porque me hacen aprender de memoria versos que en realidad no entiendo, porque me  obligan a dar besitos a gente que no me gusta, porque siempre están apurados y no tienen tiempo para estar conmigo.

Yo no entiendo a la gente grande, porque no les gusta sentarse conmigo simplemente a mirar el cielo, porque me dicen que si hago algo malo me van a poner una inyección y cuando me enfermo, me dicen que eso me hará bien.

Yo no entiendo a la gente grande, porque fingen ser buenos y lindos frente a otros, pero no se dan cuenta que yo estoy mirando y escuchando cuando ellos mienten, cuando hacen promesas que saben que no van a cumplir, cuando son crueles, eso me duele.

Yo no entiendo a la gente grande, porque me dicen miedoso y fueron ellos quienes me hablaron de monstruos y fantasmas, porque me piden que sea "buenito" y para jugar me regalan armas, porque han llenado la casa de cristales, ropa y cosas que no usan, pero en las reuniones comentan la pena que les da no poder ayudar a la gente pobre.

Yo no entiendo a la gente grande, porque cuando no termino la comida me dicen "si no obedeces, no te voy a querer más", y yo tengo miedo que un día ... me dejen de querer de verdad.

sábado, 6 de febrero de 2021

Asamblea en la Carpintería

Hay cosas que no se pueden tolerar, haremos una reunión para cambiar nuestra forma de trabajo, nuestras normas de calidad y ver todo aquello que deben mejorar, dijo el martillo, que se encontraba ya cansado con las actitudes de sus compañeros.

Es así que se ha convocado para hoy, una reunión en la carpintería. 

¿Qué extraño, no? 

¿Te imaginas cómo será esta reunión de herramientas?

¿Lograrán arreglar sus diferencias?

¿Podrán ponerse de acuerdo?

Pues bien, esta extraña reunión comenzará en breve ... silencio, para que podamos oír ...










Con aires de superioridad, toma la palabra el martillo:

- Señores, se ha ido el carpintero, así que necesitamos ser rápidos antes de que vuelva, y como soy el líder del grupo, ejerceré la presidencia de la reunión.

- No, eso no. Buuuuuu (comenzaron a abuchearlo todos)

- Tú eres muy ruidoso, haces mucha bulla, además todo lo quieres solucionar con golpes, tú no puedes liderar la reunión. Fue lo que le dijo el tornillo.

- ¿Qué dices?, si es así, pues entonces tú tampoco puedes dirigir la reunión, no estás en capacidad ya que no nos servirías, no terminaríamos nunca dado que tú le das muchas vueltas a todo. Contestó el martillo.

- Tiene razón, dijo la lija, pero el tornillo le replicó.

- Tal vez estés de acuerdo con él, pero desde ya te digo que tú tampoco tienes derecho, lija, tú eres muy áspera en tu trato y siempre tienes fricciones con los demás, tampoco puedes pretender presidir la reunión.

- Al ver que el metro sonreía, avergonzada pero indignada, la lija respondió.

- ¿Por qué sonríes, metro?, tú tampoco podrías dirigir la reunión, a ninguno nos gusta tu comportamiento, te la pasas midiendo a todos según tu propia medida, te crees el único perfecto.

- El metro estaba a punto de contestar, pero se contuvo porque se comenzaron a escuchar otros ruidos afuera ... ¿Y ahora? ¿Se terminó la reunión? ... Pero si todavía ni se han podido poner de acuerdo en quién presidiría la asamblea.

Los ruidos que se escucharon era porque el carpintero estaba cerca, entró al taller, se puso su delantal,  comenzó a tararear una canción ... lara lara la la la la ... y empezó su trabajo: tomó una tosca madera y comenzó a medir, a serruchar, a martillar, a lijar y a unir piezas, finalmente la tosca madera inicial quedó convertida en una linda mesa.

Terminada su tarea, el carpintero acomodó sus herramientas, aseguró la ventana, echó llave a la puerta y salió del taller.

- Estimados compañeros, quiero que retomemos la reunión, dijo el serrucho. 

- Pero no se preocupen, no pretendo mandar ni evidenciar defectos, yo solo quiero que se den cuenta de una cosa: El carpintero ha entrado y nos ha utilizado a todos, a él no le ha importado nuestras debilidades sino que ha trabajado con nuestras virtudes, son nuestras cualidades las que nos hacen a cada uno valiosos y útiles, esta bella mesa que de seguro servirá  a una familia en su hogar ha sido construida por todos nosotros en equipo. No sería mejor que nos mantuviéramos así, que en lugar de buscar nuestros puntos malos nos concentremos en resaltar nuestros puntos buenos.

Hubo un pequeño silenció, sabían que el serrucho tenía razón, todos en la asamblea tenían ánimos y esta vez querían hacer lo correcto, y es así como comenzaron a reconocer que el martillo era sólido y fuerte, que el tornillo servía para unir, que la lija era especial para afinar asperezas, que el metro era exacto y preciso. Se sintieron todos un gran equipo, orgullosos de sus fortalezas y capaces de producir cosas de calidad trabajando juntos.

Miraron la mesa, sonrieron felices y dieron por concluida la reunión.

- Me alegra mucho haber presenciado esta reunión, aunque ya había observado algo parecido en los seres humanos, cuando pueda participar de una trataré de replicar lo que he aprendido de las herramientas hoy.

Nosotros los seres humanos, también a menudo buscamos defectos en los demás, actuar así solo vuelve la situación más tensa y negativa, en cambio, al tratar de percibir con sinceridad los puntos fuertes de los demás, podemos hacer que florezcan los mejores logros. 

Todos podemos encontrar defectos, pero solo las grandes personas pueden reconocer virtudes, pueden aconsejar con amor para la mejora de sus compañeros,  pueden escuchar y reconocer sus propios errores, pueden estar dispuestos a la superación y a trabajar con su equipo.

Yo quiero ser de esas herramientas, yo quiero ser de esas personas.

- ¿Y tú?

                                                                                                                                      Adaptación: Esther G.


sábado, 30 de enero de 2021

Don Felipe y su chequeo médico.

Para su chequeo anual, el doctor le pide una muestra de esperma a Felipe, un hombre de 85 años, le da un frasco y le dice:

Mire, señor, lleve este frasco a casa y tráigalo mañana con la muestra de esperma.

Al día siguiente, el hombre de 85 años vuelve al consultorio del doctor y le entrega el frasco que se encontraba tan vacío y limpio como el día anterior.

El doctor le pregunta a Felipe ¿qué pasó? ¿Por qué el frasco está vacío?

El hombre le explica:

Mire doctor, primero intenté lograr el cometido con mi mano derecha y nada.

Después traté con mi mano izquierda y tampoco nada.

Luego le pedí ayuda a mi esposa, ella trató con su mano derecha, después con su mano izquierda y tampoco nada.

Fue entonces que ella dijo, yo tengo que poder, entonces probó con su boca, primero con los dientes puestos, después trato sin los dientes y por más esfuerzo que hacía, tampoco nada.

Mientras mi esposa lo intentaba, llegó mi nuera y se puso en su lugar para ayudarla.

Pensamos que por ser más joven no tendría problemas, pero probó un buen rato, en distintas posiciones, cada vez más raras, pero no hubo caso, tampoco pudo.

Fue en eso que se me ocurrió llamar a Susi, mi vecina, estaba seguro que ella no se negaría, ya lo había hecho otras veces. Así que ella vino y lo intentó, también trató primero con las dos manos, luego debajo del brazo y hasta apretando entre sus rodillas, pero tampoco lo logró.

El doctor estaba mudo y muy pálido, no tenía modo de cómo reaccionar ante lo que estaba escuchando, pero entonces, miró a Felipe y le dijo:

Es en serio, ¿usted le pidió ayuda a su esposa, a su nuera y a su vecina?

El octogenario paciente le contestó:

Sí doctor, claro, no tenía más remedio, yo no podía y a pesar de que todos lo intentamos, ninguno  pudo abrir el frasco.


lunes, 7 de diciembre de 2020

El arte de hacerse el "burro"

Autor desconocido.
Adaptado.

 
Mi mamá me decía con frecuencia que yo iba a salir adelante no por inteligente, sino por burro.
 
Esta afirmación que entonces me ofendía, con el tiempo me ha llegado a parecer una de las más sabias y útiles, pues me doy cuenta de lo importante y beneficioso que es mejor estar en el lado de los “burros”.

Por ejemplo:
- Si un pariente cercano o alguien, cualquiera en particular, dice algo con el ánimo de ofenderme, me hago el “burro”, el  que no entiende y así no le doy el gusto de amargarme la vida, porque la burla u ofensa se queda con él.
 
- Si quiero aprender algo que me cuesta trabajo, me hago el “burro”, no sucumbo a la impaciencia de los demás y sigo, sigo, sigo intentando hasta lograrlo.
 
- Si mi compañero de trabajo o mi superior permanecen irritados, molestos la mayor parte del tiempo, no pienso que es conmigo o por mí, sino que me hago el “burro” y me digo: "Debe ser que les duele algo o tal vez tienen algún malestar” y de esa manera me hago inmune a ser contagiados por su mal humor.
 
- Cuando dicen "no" a mi objetivo, me hago el “burro” y entiendo que en realidad es "todavía no", así me permito seguir buscando nuevas formas de conseguir mi propósito.
 
- Si algo que intento cien veces no me resulta como quiero, no me tildo de “burro” por no haberlo logrado, sino que pienso en lo “burro” que sería si desistiera después de tanto esfuerzo.
 
- Cuando estoy hablando por teléfono con alguien de quien necesito un servicio o información y la persona sube el tono de voz más de lo necesario y vocaliza cada palabra exageradamente, tal como si dijera: "No sea burro, ¿acaso no entiende lo que le estoy diciendo?", pues yo decido entonces respirar profundamente, contestarle pausadamente y con calidez, decirle: Gracias por su paciencia con mi falta de entendimiento.
 
- Cuando se me presenta una situación difícil, complicada, adversa y tengo que tomar decisiones, pienso un ratito como "burro" y no la pienso tanto buscando la solución más inteligente. Puede ser que la solución más "burra" sea la más sencilla, la más obvia, la más práctica o beneficiosa.

Y así, en nuestra vida diaria, podemos encontrar muchos, muchos ejemplos de cómo invertir las situaciones, esto funciona como arte de magia la mayoría de las veces para cambiar las mareas a nuestro favor.
 
Confieso que me gustaría mucho poner en práctica estos consejos, porque en realidad no hay nada que me parezca más “burro” que tratar de parecer correcto e inteligente todo el tiempo y con todos.
 
Así que ya sabes querido amigo(a), ser “burro” ante ciertas circunstancias de la vida, te puede traer la solución más inteligente para tu bienestar. 

martes, 12 de mayo de 2020

VERSOS A MI MADRE






















VERSOS A MAMÁ

No importa la edad que tenga
ni lo fuerte que me sienta,
tú siempre serás mi fortaleza
y mi mayor debilidad.

Tus oraciones me protegen,
me libran de todo mal,
y aún en las peores tormentas,
solo pensarte cambia mi tempestad.

Eres el amor de Dios que se extiende,
como Él,
sin tiempos,
sin distancias
y hasta la eternidad.

Por eso siempre le estaré agradecido,
por haberme bendecido
permitiendo que tú seas,
Mi mamá.

Autor: Esther Galán H.
Fecha: Callao, 10 de mayo del 2020