Muchas veces hemos escuchado que el pensamiento es una de las herramientas más poderosas, pues tiene la capacidad de atraer lo que queramos, que tan cierto puede ser eso. Y si es verdad, estamos teniendo los pensamientos correctos? Como alimentamos nuestro pensamientos?
Conversaban en una fría tarde, un viejo indio y su nieto.
Algo preocupado el anciano, miró fijamente al muchacho y le dijo:
- Me siento como si tuviera dos lobos peleando en mi corazón, uno es un lobo rabioso, resentido
y vengador, y el otro es un lobo pleno de amor y compasión.
A lo que el nieto, muy curioso, le preguntó:
- Abuelo, ¿y cuál de los lobos ganará la pelea?
Pues, bien El abuelo respondió: Ganará aquel que yo alimente.
Todos tenemos la posibilidad de alimentar nuestros pensamientos y hacerlos así positivos o negativos. Uno nos traerá crecimiento y fortaleza, el otro tal vez resentimiento y frustación. Tenemos la opción de abrirnos a las emociones que nos llevan al dolor o a la armonía, he allí la importancia de decidir correctamente que pensamientos vamos a incorporar a nuestra vida.
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